Ritual Tántrico 1 - Shaivismo No dual de Cachemira
Comienza el ritual
Introducción al ritual tántrico
Gabriel Pradīpaka, una vez más. Este documento es el primero de una serie de documentos que tratan sobre Ritual Tántrico. Puesto que hay innumerables maneras de realizar adoración ritualista según el Tantrismo, decidí delinear un ritual "stándard" que pueda ser utilizado como armazón para comprender el corazón detrás de todos los intrincamientos y complejidades de un ritual tántrico. De este modo, puede que te topes con algunos rituales poniendo un determinado acto purificatorio aquí y no allí, y cosas por el estilo... pero, si entiendes el núcleo, el resto será pan comido. Voy a enseñarte una disposición "stándard" de actos a ser realizados durante un rito tántrico, pero puede que varíe "un poco" a veces. Cada grupo tántrico tiene una especial forma de "hacer" las cosas, como bien sabes. Sin embargo, el sentido de un ritual tántrico sigue siendo el mismo: "Darse cuenta de una realidad superior". Hay específicos rituales sólo destinados a lograr algún propósito menor (p. ej. "traer buena fortuna a la vida de uno", "subyugar al enemigo" y así sucesivamente). Como es obvio, no estoy interesado en este tipo de adoración. Mi explicación sólo tendrá que ver con esos rituales en donde el Supremo Ser es adorado y percibido.
Puede que te preguntes, "¿Cómo llegó este sujeto a construir un armazón stándard para la mayoría de los rituales tántricos?". No es algo que se haga de la noche a la mañana, por cierto, ¡je, je! No, en absoluto. Estudié, estudié, estudié, estudié, estudié y... estudié. Después de eso, realicé rituales, realicé rituales, realicé rituales, realicé rituales, realicé rituales y... realicé rituales. Aparte de ésta, no conozco ninguna otra forma de comprender rituales o cualquier otra cosa. Teoría y práctica, ése es el único camino hacia el éxito que yo sepa. He estado estudiando y realizando rituales por años, y de esta manera pude comprender el corazón de la adoración ritualística según el Tantrismo. Entonces, estaré regurgitando este sagrado alimento llamado ritual tántrico dentro de tu mente en forma gradual. No tengas prisa. Intenta entender totalmente un tema específico antes de avanzar al siguiente. Bien, manos a la obra.
Significado del ritual tántrico
Las antiguos escrituras védicas establecen la existencia de cuatro Yuga-s o Eras, a saber:
Kṛtayuga o Satyayuga | Una era de sabiduría y prosperidad cuya duración es de 1.728.000 años humanos |
Tretāyuga | Una era en la cual la original sabiduría y prosperidad de Satyayuga ha disminuído un poco; su duración es de 1.296.000 años humanos |
Dvāparayuga | Una era en la cual la original sabiduría y prosperidad de Satyayuga ha disminuído aún más; su duración es de 864.000 años humanos |
Kaliyuga | Una era en la cual la original sabiduría y prosperidad de Satyayuga es casi inexistente; su duración es de 432.000 años humanos |
El presente Kaliyuga comenzó el 18 de febrero del 3102 a. de J. C. De esta forma, hemos estado viviendo en este horrible Yuga por alrededor de 5.100 años. Como dura 432.000 años de acuerdo con la tradición védica, quedan unos 426.900 años... ¡ugh! Si alguien no comprende aún lo que es el Kaliyuga, mi consejo para él o ella es leer un buen libro que verse sobre la historia de la humanidad en los últimos 5.100 años, ¡je, je!
Gracias a Dios, estas eras cósmicas afectan a la humanidad como un todo... pero un particular individuo podría escapar de su influencia si es lo suficientemente inteligente. En suma, uno podría vivir en Satyayuga pese a que el resto de la humanidad esté viviendo en Kaliyuga. Bien, éste es un tema diferente que te explicaré en alguna ocasión. Tal como dije, las escrituras védicas establecen la existencia de cuatro Yuga-s o eras. En la alborada del Kaliyuga, todos los "Yajña-s" o rituales de adoración fueron mayormente abandonados. Puede que te preguntes, "¿Por qué?". La razón es simple: "Las escrituras védicas declaran que los Yajña-s o rituales de adoración no se necesitan ya más en Kaliyuga". Sólo el canto del sagrado nombre del Señor basta en Kaliyuga. Esto es así porque cada uno de los Yuga-s tiene un "juego" específico de prácticas que "no deberían" ser ejecutadas en una era diferente debido ya sea a su inherente difficultad o inutilidad. Por ejemplo, en muchos rituales védicos, los distintos accesorios para realizar el ritual son verdaderamente "caros" o difíciles de reunir. Para un individuo promedio en Kaliyuga, es realmente difícil o imposible conseguir todos esos elementos.
Aquí tienes las prácticas que debes realizar en cada uno de los Yuga-s para lograr Liberación Final según las escrituras védicas:
(1) En Satyayuga, la meditación (Dhyāna) es la clave para la Liberación |
(2) En Tretāyuga, el sacrificio (Yajña) es la clave para la Liberación |
(3) En Dvāparayuga, la adoración de la deidad (Pūjā) es la clave para la Liberación |
(4) En Kaliyuga, la repetición de los nombres de Dios (Nāmasaṅkīrtana) es la clave para la Liberación |
Como ves, el Yajña o sacrificio (su significado más antiguo era "adoración") no es recomendado para la actual era por las escrituras védicas.
De este modo, los Yajña-s védicos fueron puestos a un lado en la alborada del Kaliyuga porque eran inútiles. No obstante, el Tantrismo (cuya línea de pensamiento era opuesta a la védica tradicional) tomó estos Yajña-s que habían sido abandonados, los reelaboró y los utilizó como una práctica primordial de modo que una persona pudiese alcanzar Iluminación a través de ellos. El Tantrismo es responsable del sostenimiento de esas prácticas rituales, de otro modo se hubiesen olvidado y perdido hace mucho tiempo. Además, esos caros accesorios tan difíciles de conseguir fueron reemplazados por diferentes elementos que simbolizaron a aquéllos. Todos los accesorios que no estuvieran "a mano" eran substituídos por alguna substancia o artículo que actuase como un símbolo de dichos accesorios. Buena idea, ¿no es cierto?
Una de las características de un Yajña es que usa un Yantra (diagrama místico) junto con apropiados Mantra-s (palabras sagradas) (Si quieres saber más sobre los Mantra-s, ve a Meditación 3). Podría decir que un Yantra es realmente un Mantra "visual". Por supuesto, esto es aproximado pero al mismo tiempo es una útil definición de la palabra. La Más Alta Realidad (Paramaśiva) es también denominado Parabindu (el Bindu Supremo). La palabra "bindu" tiene muchos significados, siendo "punto y conocedor" los principales en este contexto. Paramaśiva (el Supremo bindu) se parte en dos realidades: Śiva y Śakti. Śiva es el silente Testigo dentro de uno mismo. No es afectado por nada. Es siempre Puro. Es el "Yo" en todo. Tú eres Él por cierto. A su vez, Śakti es Su Poder. Śakti manifiesta todo el universo sólo para el deleite de Él. Ella hace a Śiva un Conocedor o Testigo al darle tanto conciencia de "Yo" como objetos conocibles. Bien, es una larga historia... ve a los documentos de la sección Trika si quieres aprender más acerca de ello.
Śiva es sin forma, mientras que Śakti tiene una forma. Cuando Śiva asume una forma, se transforma en Śakti, y cuando Śakti pierde Su forma, se transforma en Śiva. Esto es así porque Śiva y Śakti son verdaderamente una entidad. Estoy hablando de ellos como de "dos" entidades para poder estudiarlos. Śiva es asociado con Nāda (divino sonido) en tanto que Śakti es asociada con Bindu (divina forma). Divino sonido y divina forma (Nāda y Bindu) se transformarán luego en sonido sutil y forma sutil... y luego en sonido burdo y forma burda... a través de un proceso de sucesivas contracciones (Ve a la sección Trika y lee todos los documentos allí; aparte, ve también a Cuadro de Tattva-s). Entonces, los sonidos y formas burdas que estás percibiendo "ahora mismo" son en verdad el resultado final de esos dos divinos principios: Nāda y Bindu (Śiva y Śakti). Podrías argüir lo siguiente: "puesto que estos sonidos y formas están viniendo directamente de Nāda y Bindu, ellos podrían ser utilizados como una especie de vehículo destinado a llevarte de vuelta a Śiva-Śakti". Y estás pensando exactamente como lo hicieron los antiguos sabios. De esta manera, un Yajña es una mezcla de Mantra-s (Nāda) y Yantra (Bindu). No se entremezclan al azar, de todos modos. No, en absoluto. Hay específicos Mantra-s para específicos Yantra-s. Es toda una ciencia que comienzo a enseñarte ahora.
El Yantra en conjunción con los apropiados Mantra-s es capaz de llevarte hacia la Fuente original de ambos: Nāda-Bindu. cuando te concentras en un Yantra, estás realmente contemplando al divino Bindu Mismo. Aun cuando haya traducido la palabra "Yantra" como "diagrama místico", tiene varios significados. Un significado interesante es: máquina. Y sí, es una cierta "máquina espiritual" desde un cierto punto de vista. Esta máquina genera "conciencia espiritual" para toda la gente que entra en contacto con ella durante un ritual. Pero esta máquina es inerte sin los Mantra-s que son el "software" que activa el "hardware" llamado Yantra. Bien, te enseñaré cómo hacer esto después, cuando hable acerca de Prāṇapratiṣṭhā.
Utilizaremos al famoso Yantra conocido como Śrīyantra. Este Yantra es "impersonal", o sea, puedes usarlo con cualquier tipo de deidad (masculina o femenina). Puede que te preguntes, "¿Hay Yantra-s personales?". Sí, los hay. Por ejemplo: el Kālīyantra, que sólo está destinado a ser utilizado con la diosa Kālī. Éste es solamente un ejemplo, pero hay más. Todo el ritual tiene que ver con el hacer a una persona consciente de su propio Ser. La secuencia en el ritual es Unidad-Dualidad-Unidad.
Es exactamente como la secuencia seguida por todos los procesos universales: Ellos emergen desde el Uno sin segundo (Paramaśiva), duran por un tiempo y por último se disuelven otra vez en la Más Alta Realidad. Por lo tanto, al inicio del Yajña, el yogī intenta ser tan consciente de su unidad con Paramaśiva como le sea posible. Usa diferentes métodos para lograr eso, como verás más adelante. Posteriormente, en la parte intermedia, el yogī se da cuenta de la colosal cantidad de śakti-s o poderes que surgen del Supremo Ser. Ésta es una etapa en la cual experimenta dualidad. Al final del ritual, se ve forzado a reconocer que la dualidad es meramente una efímera apariencia. Sólo Paramaśiva ES. Así, es halado de regreso hacia su propio Ser. Puede que te preguntes, "¿cuál es el objeto de pasar por la etapa dual si uno es capaz de percibir la unidad desde el comienzo mismo?". Bien, ésa es ciertamente una buena pregunta. La respuesta podría parecer extraña tal vez: "Unidad y dualidad son en verdad los dos lados de una sola moneda. Ninguna de las dos son la Más Alta Realidad. Estoy simplemente utilizándolas como un vehículo para darme cuenta de Paramaśiva". Puesto que el "yo" está siempre acompañado por el "soy", ya sea que se escriba/diga o no la palabra "soy" --trata de separarlos--, la unidad está siempre acompañada por dualidad. Puedes estar en la unidad por un rato, pero tendrás que retornar a la dualidad tarde o temprano, y viceversa. Por eso es que tienes dos opciones: (1) Continuar cayendo presa de este par de opuestos, o (2) Usarlo como una herramienta para percibir la Suprema Verdad situada más allá de unidad y dualidad. En vez de luchar contra el oscilante movimiento desde unidad hacia dualidad y desde dualidad hacia unidad, el yogī lo utiliza como un medio para percibir el Corazón de todo: Paramaśiva.
Entonces, un ritual tiene que ver con todo lo que te dije. Los preparativos para el ritual empiezan ahora... ¡prepárate!.
Tricapeṭa: Las tres bofetadas
El ritual entero es una meditación. ¿Y qué es meditar? Meditar es darse cuenta de la propia naturaleza, es volverse consciente de la Esencia en uno mismo. En todo lo que hacemos, la relación Perceptor-Percepción-Percibido está constantemente surgiendo. Yo (Śiva) soy el Perceptor que es el Supremo Ser. Lo que se percibe es Śakti o Divino Poder, el cual me da primeramente conciencia del Yo y luego toma la forma de los objetos conocibles. Śiva (Yo) y Śakti (soy) son el corazón de todo, y por esto mismo son continuamente recordados en todas las maneras imaginables durante un ritual. ¿Qué más podría ser adorado aparte de ellos? Son los Creadores y los verdaderos propietarios de todo aquí. Y ellos son tú mismo, yo mismo y todos. Cuando uno puede conservar esto en su mente, es apto para comenzar con los preparativos para el ritual.
Para volverte gradualmente consciente de Śiva-Śakti, es decir, de la Más Alta Realidad, tienes que realizar un rito consistente en tres bofetadas tras sentarte en una apropiada postura yóguica (Padmāsana, Sukhāsana, etc.) tal como si fueses a meditar. Cada una de ellas tiene un importante significado simbólico. Antes de empezar con Tricapeṭa, deberías saber lo siguiente: Hay una eterna tríada conocida como el Kula en Tantrismo. Los tres miembros de los cuales está compuesta son éstos:
EL ETERNO KULA |
a) Perceptor o conocedor (Tú, el Sujeto, el Supremo Śiva) |
b) Percepción o conocimiento junto con el proceso de conocer (llevado a cabo por mente y sentidos, los cuales son manifestaciones de Śakti, el Divino Poder de Śiva) |
c) Objetos percibidos o conocibles, los cuales son manifestaciones de Śakti, el Divino Poder de Śiva |
Cada cachetada simboliza uno de estos tres miembros del sagrado y eterno Kula.
1) "El universo entero es mi propio Cuerpo". Ésta debiera ser la conciencia que acompañe a la primera bofetada en los pies. A medida que los abofeteas, te das cuenta de que todo es tú mismo. Todos los objetos están eternamente orientados hacia ti (Śiva), todo está girando en torno a ti (la Más Alta Realidad). Este conocimiento y entendimiento impregna todo tu ser. Los pies son la parte más baja del cuerpo y consecuentemente están en estrecho contacto con la "tierra" que aquí simboliza la "materia". Por lo tanto, los pies son utilizadas para hacerte tomar conciencia del aspecto más burdo de la Manifestación universal, o sea, los objetos percibidos o conocibles. Un sentimiento de unidad con todos los objetos está ahora penetrando tu conciencia. Este "sentimiento" indica que la primera cachetada ha sido realmente fructífera.
2) "Los medios de percepción (mente y sentidos) así como también el mismísimo proceso de conocer son yo mismo". Ésta debería ser la conciencia que acompañe a la segunda bofetada en una mano. A medida que abofeteas la mano, te das cuenta de que tu propia mente y sentidos junto con su procesos de conocer objetos internos y externos son tú mismo. Sientes que mente y sentidos son Śakti pura, la cual no tiene limitaciones. Han surgido a causa del Deleite y en ese Deleite finalmente se están disolviendo. La razón para elegir la mano como el blanco de la segunda bofetada es la siguiente: "La mano simboliza eso que aprehende o toma. La mente y los sentidos aprehenden y toman, por así decir, los objetos conocibles". Se podría plantear una objeción: "¿Para qué se necesitan la mente y los sentidos? ¿No es acaso el Supremo Conocedor llamado Śiva capaz de percibir sin la ayuda de mente y sentidos?"- La respuesta es simple: ¿Por qué no? El problema reside en que piensas en todo como consistiendo de diferentes realidades denominadas: el Conocedor, la mente y los sentidos, y los conocibles... pero todo es únicamente Śiva. Asignamos nombres y apelativos a ellos solamente por conveniencia. Queremos estudiarlos y es conveniente designarlos mediante distintos términos. No obstante, esto sería un mero Vikalpa según el sabio Patañjali. Es un conocimiento verbal y útil acerca de algo que no existe. Śiva (Tú) es la mente, es los sentidos y es todos los objetos. No hay separación en lo más mínimo en realidad. Y de esta constante unidad estoy tratando de volverme consciente a través de Tricapeṭa y de hecho, a través de todo el Yajña o ritual.
3) "Yo soy el Perceptor, Yo soy Śiva, el Supremo Señor". Ésta debiera ser la conciencia que acompañe la tercera cachetada en una mejilla. Como Śiva, no estás separado ni eres diferente de nada. No estás en un particular sitio tampoco, sino que eres todo penetrante. La sensación de estar en un particular lugar llamado "aquí", es sólo una creación de tu Śakti o Divino Poder. Si penetras todo, ¿de dónde provino la noción de morar en un sitio? Todo eso fue el juguetón movimiento de Śakti, quien adora engañar a Śiva. Con todo, aun cuando Śiva y Śakti parezcan ser dos, son realmente uno. Ése es tu misterio, ¡oh Śiva! La razón para elegir el rostro como blanco de la última bofetada es la siguiente: "La cara es el área en donde generalmente te sientes a ti mismo como testigo o perceptor durante vigilia. Sientes que estás percibiendo desde allí porque los sentidos están situados en ese punto." Sin embargo, no estás en ninguna parte por cierto, ¡je, je! La tercera cachetada trabaja como una especie de reloj despertador... "¡hey Śiva, despierta!... no eres este limitado y aburrido ser llamado... sino la Más Alta Realidad!".
Bien, éste es el significado del Tricapeṭa. Y ahora, Vighnavighāta o Bhūtāpasāraṇa (Quite de obstáculos).
Vighnavighāta o Bhūtāpasāraṇa: Quite de obstáculos
Para que nada puede perturbar el desenvolvimiento del Yajña, estás obligado a realizar ahora un rito especial llamado Vighnavighāta o Bhūtāpasāraṇa (Quite de obstáculos). De esta manera, cantas un determinado Mantra invocando a Gaṇesa. ¿Quién es Gaṇeśa? Oh, él es uno de los dos hijos del dios Śiva (Śiva purāṇico, no tántrico, ¡ojo!). Aunque tiene un cuerpo humano, tiene la cabeza de un elefante. Las historias "personales" sobre este dios son muchas por cierto, pero lo importante aquí es su poder para quitar obstáculos. Las imágenes "personales" de los dioses deberían ser consideradas como iconos. La presencia de estos particulares iconos en la cultura de India no indica mero politeísmo como mucha gente cree, sino un modo genial de relación entre las energías universales y uno mismo. Esta idea está siendo utilizada en las computadoras hoy en día. ¿No me crees?... mira tu escritorio. Puedes ver varios iconos seguramente allí en la pantalla. No ves los verdaderos "programas" representados por esos iconos sino solamente esas coloridas y diminutas imágenes. De igual manera, la forma personal de las deidades son realmente "iconos" representando poderosas energías que se experimentan pero que "no se ven". Es difícil pedirle a la invisible y todo penetrante energía que disipa obstáculos que los quite para que el Yajña se desenvuelva sin sobresaltos. Sin embargo, es muy fácil cantar unos cuantos Mantra-s en honor a Gaṇeśa y contemplar su forma ya sea mentalmente o usando una pintura de Él. Esto no es politeísmo sino una buena manera de pedir ayuda. Hay sólo un Dios, pero tiene múltiples manifestaciones y funciones. Esto debiera ser claramente comprendido si quieres avanzar positivamente en el ritual. Existen varios Mantra-s, principalmente el Bījamantra (Mantra semilla) de Gaṇeśa:
गँ
Gam̐
A este Bījamantra se le agregan generalmente otros Mantra-s para el canto (p. ej. Namo gaṇeśāya vighneśvarāya; "Salutación a Gaṇeśa, el señor que quita los obstáculos"), pero lo importante es tu actitud de reverencia. Tu actitud devocional es crucial para atraer al Yajña ese compasivo poder que aparta todos los obstáculos. Preparémosnos pues el ritual comienza ahora...
Yajñārambha: Comienza el ritual
El Śrīyantra (el Yantra o diagrama místico utilizado en esta ocasión) es traído y colocado sobre un pedestal de madera. La ceremonia está llena de una actitud devocional, o sea, uno no trae meramente el Yantra y lo pone sobre el pedestal como si fuese un objeto común. En absoluto. Uno debe ejecutar ese acto con una mente completamente absorta en la devoción a la deidad que ha sido elegida para adorar en este Yajña. Cuando se realiza un ritual, es siempre en homenaje a una particular deidad. La deidad no es simplemente otro "dios" o "diosa" (esto no es politeísmo) sino un aspecto del Uno sin segundo. Por ejemplo, uno podría adorar a la diosa Lakṣmī que es el icono que representa la riqueza espiritual y mundana. O bien, podría adorar a la diosa Sarasvatī que es representativa del conocimiento espiritual. De esta forma, puedes optar por cualquier aspecto que desees o necesites adorar en un particular punto de tu vida.
Te explicaré ahora nuevamente el significado de un Yantra. El término Yantra significa literalmente "máquina". Es en verdad una máquina de meditación. Al igual que un Mantra trabaja en un nivel sonoro y da fácil acceso a un estado meditativo, así también un Yantra produce los mismos resultados pero mediante formas visuales. Cuando repites un Mantra, tu mente toma la forma de ese sonido. Del mismo modo, cuando contemplas un Yantra, tu mente toma la forma de esa imagen. Y, puesto que tanto Mantra burdo como Yantra burdo son representaciones aproximadas del propio Ser esencial (dije "burdo" para denotar su aspecto como sonido externo y forma externa; hay sutiles aspectos de Mantra y Yantra no obstante, como es obvio), cuando concentras tu mente en el apropiado Mantra o Yantra, ella asume la forma de esa Última Realidad. Y dije "apropiado" porque aun cuando cada palabra y forma es de hecho un Mantra y un Yantra, existen ciertos "diseños" que son más auspiciosos para lograr la meta espiritual de revelar la Verdad esencial. Eso es fácil de entender. Por ejemplo, no amas a toda la gente por igual pese a que son todos seres humanos. El amor podría surgir cuando ves a tus seres queridos porque esas formas han sido asociadas con el amor. Pero, cuando ves a cualquier otra persona, posiblemente no sientas ese mismo amor. Ésta es una experiencia común. Sí, sí, esto no debería ser así... uno tendría que sentir amor por todos, ¡pero qué le vamos a hacer!, desgraciadamente todos somos seres viviendo en un constante engaño. Nuestros pensamientos son generalmente así: "Soy el cuerpo, necesito esto, necesito eso, amo a esta persona y no a ésa, me gusta esto, no me gusta eso, soy joven, soy viejo, etc.". En otras palabras, no hay conciencia espiritual... sólo pensamientos mundanos que nos conducen a dolor e infelicidad a la larga. Por esa razón estamos haciendo el ritual, para ser conscientes de una Realidad universal que no es para nada parcial tal como nuestra limitadas mentes. Después del Yajña, nuestros pensamientso debieran ser: "No soy el cuerpo, estoy completamente satisfecho y contento en mí mismo, amo a todos los seres de este universo, soy el eterno Ser en todo, soy supremamente feliz, no necesito nada excepto esta Bienaventuranza, etc.". Éstos son pensamientos de una persona superior. Realizas un Yajña para disfrutar de la verdadera Dicha, no para fortalecer el engaño en ti. Ésta es por último la meta de un Yajña y de cualquier otra práctica espiritual.
Bien, tendrás que hacer Aṅganyāsa ahora:
Aṅganyāsa: Tocando partes del propio cuerpo
Antes de encender la máquina de meditación o Yantra, debes prepararte. Esto es vital para que el Yantra sea correctamente encendido. Si el Yantra no es encendido adecuadamente, el resto del ritual es inútil e infructuoso ciertamente. Sin embargo, si el encendido es bueno, te aseguras de que todo el proceso marche exitosamente hasta el final. En todos los procesos (spirituales o no), debe haber un buen inicio y un buen final. Un buen inicio es un signo seguro de que el subsecuente proceso continuará muy bien, o sea, es un signo seguro de que el proceso dará en el blanco. A su vez, un buen final pone fin a toda indeseable consecuencia ulterior del antedicho proceso. Si un Yajña no se termina bien, habrá posiblemente ciertas śakti-s o energías produciendo confusión e infatuación al final del mismo (p. ej., gente chismorreando inmediatamente después del ritual). Por eso es que tienes que realizar Aṅganyāsa ahora, al comienzo, y algunas otras prácticas al final del Yajña.
La palabra "Nyāsa" deriva del verbo "nyas" (ni-as) --colocar o aplicar, depositar o insertar, etc.". En Tantra, "nyāsa" quiere decir "depositar la atención sobre algo". Hay muchas clases de Nyāsa-s, pero tú utilizarás sólo Aṅganyāsa esta vez. El término "aṅga" significa "cuerpo o miembro". De esta manera, "Aṅganyāsa" es "depositar la atención sobre distintas partes del cuerpo físico". Puedes ejecutar esto en tres formas: (1) Mentalmente: Prestas atención a esta parte y luego a ésa, y así sucesivamente; (2) Con la ayuda de una flor: Colocas una flor sobre la particular parte de tu cuerpo a la cual deseas prestar atención; y (3) Con la ayuda de tu mano: Juntas el pulgar con el dedo mayor y los colocas sobre el área de tu cuerpo de la cual quieras volverte consciente. Algunos dicen que deberías realmente tocar tu cuerpo con los dedos, mientras que otros afirman que los dedos no debieran tocar la piel sino que tendrían que ser ubicados sobre la zona sin tocarla en absoluto. El primer tipo de Aṅganyāsa, es decir, "el mental", se usa generalmente cuando practicas Nyāsa sobre los Cakra-s. Puesto que no puedes tocar los Cakra-s con tus manos físicas, el Nyāsa debe practicarse obligatoriamente en este caso. El segundo tipo, al igual que el tercero, se practica directamente sobre las diversas partes que constituyen el cuerpo burdo.
Realizarás la tercera clase de Aṅganyāsa en este ritual. Cincuenta y un regiones del cuerpo se han de tocar. Cada una de esas regiones es asociada con un particular sonido. Por ejemplo, al sonido:
अँ
Am̐
--suena como "ang"-- se lo asocia con el cabello. Por lo tanto, unes al pulgar con el dedo mayor y los depositas sobre tu propio cabello. Al mismo tiempo, repites el sonido antedicho, es decir, अँ.
Los sonidos son representantes aproximados de aquéllos que emiten las vibraciones que circulan por una determinada área. Cada parte de tu cuerpo produce un cierto patrón sonoro. Por medio de los sonidos sánscritos, te sintonizas con la región sobre la cual realizas Nyāsa. Esta natural y espontánea sintonización es en realidad una sutil y profunda conciencia que armoniza todas las partes de tu cuerpo. Aṅganyāsa hace que prestes atención a tu cuerpo físico entero, y ese sencillo acto pone pureza allí donde había aparentemente impureza. Verdaderamente, no hay impureza en ningún lado. Las nociones de impurezas son sólo eso, "nociones". Todo esto es el Ser Puro, la Infinita Conciencia, la Inmaculada Realidad por siempre. La práctica de Nyāsa hace que te des cuenta de eso.
Junto con los principales sonidos mencionados, repites también una salutación hacia la respectiva área de tu cuerpo. Por ejemplo, al mismo tiempo que tocas las puntas de los cabellos con tu pulgar y dedo mayor unidos, pronuncias अँ acompañada de una salutación, de esta manera:
ॐ अँ नमः केशान्तेषु -- Om̐ am̐ namaḥ keśānteṣu -- Om̐ am̐ salutación (namaḥ) sobre las puntas (anteṣu) de los cabellos (keśa). La sagrada palabra Om̐ se agrega para dar soporte adicional a tu salutación. Om̐ se utiliza generalmente como un auspicioso modo de comenzar y/o terminar una salutación.
Entonces, la función de la salutación tiene que ver con pulir el sonido original asociado con una particular parte de tu cuerpo. Trabaja exactamente como la sintonía fina que mejora la recepción de una onda específica. Con esta mejora, tu conciencia de esa área del cuerpo incrementará acordemente. Y con la ayuda de esa conciencia corporal aumentada, serás capaz de alcanzar niveles superiores de conciencia. ¿Has captado?
Bien, el siguiente paso es Karanyāsa...
Karanyāsa: Tocando las manos con las manos mismas
Las manos son el "kara" o hacedor del ritual. Por consiguiente, es muy importante que te vuelvas consciente de ellas. A través de ciertos sonidos principales (p. ej. "Vaṣaṭ") y específicas salutaciones (namaḥ), llegas a darte cuenta de que tus propias manos son el Ser Puro. Las manos tienen por naturaleza el "ir y tomar". Por medio de Karanyāsa, percibo su naturaleza y la identifico con el Supremo Poder de Acción (Kriyāśakti) de la Realidad Suprema. Ésta debiera ser tu conciencia a medida que realices Karanyāsa.
De este modo, tras practicar Nyāsa (tanto Aṅga como Kara) te das cuenta de que tu cuerpo físico es solamente una manifestación producida por el Deleite Creativo de Śiva. También te das cuenta de que, en verdad, no hay ninguna impureza real en él porque aun una aparente mancha es una forma de Śiva, tu propio Ser. Manteniendo firmemente este "darte cuenta" en tu mente, ejecutas Granthibandhana ahora.
Granthibandhana: Ciñiendo el nudo (superior)
Con el pulgar y el dedo mayor unidos, los colocas sobre el entrecejo. Luego repites Om̐ veintisiete veces. Este simple acto hace que te des cuenta de que eres el Testigo (Śiva) de todo el Yajña. Eres el Supremo Ser percibiendo esta ceremonia ritualista que es Tu propio Cuerpo. No hay separación en absoluto entre Testigo y Atestiguado. Todo es experimentado como "YO SOY", como Śiva-Śakti.
¿Qué es el nudo o "granthi" (superior)? En este contexto, no me estoy refiriendo al nudo o granthi que existe dentro del Ājñācakra (el Cakra llamado Ājñā que está situado en el centro del cráneo a la altura del entrecejo), sino más bien a la particular "conciencia" que mora allí en vigilia. Aun cuando el Testigo o Śiva es realmente todo penetrante y se ubica más allá de todos los estados de conciencia, la sensación de ser un Testigo se siente generalmente en esa región durante el estado de vigilia. Este acto de ceñir el nudo (superior) es una especie de Nyāsa por cierto. Es muy importante puesto que al hacer que te des cuenta de que eres Śiva, el Eterno Testigo de todo, echa sólidos cimientos para que toda la estructura del ritual se construya encima adecuadamente. Si realizas un Yajña pero al mismo tiempo ignoras que eres Él, estás perdiendo el tiempo verdaderamente, pues la meta del ritual tiene que ver con el reconocimiento de tu propia naturaleza esencial o Śiva. Si no te esfuerzas por conseguir esa identificación con Śiva, el Yajña es infructuoso. ¿Cómo se supone que alcanzarás unidad con el Ser Supremo si no intentas identificarte con Él? Piensa en ello.
Digbandhana: Atando las direcciones
Atas las diez direcciones (E, O, N, S, NE, SO, SE, NO, Cenit y Nadir) chasqueando los dedos en la respectiva dirección mientras repites simultáneamente Om̐. No necesitas armarte de una brújula, porque espiritualmente hablando el Este está siempre frente a ti, y el Oeste está detrás de ti. A su vez, el Norte está a la izquierda y el Sur a la derecha. De esta manera, es fácil determinar el NE, SO, SE y NO. Finalmente, el Cenit está localizado arriba y el Nadir debajo. Simplemente chasqueas tus dedos en la respectiva dirección y al mismo tiempo repites el sagrado mantra Om̐. Es fácil.
Cada dirección es una śakti o poder que otorga un sentido de ubicación espacial al Testigo. Aunque Śiva está más allá del espacio, manifiesta diez śakti-s en la forma de las diez direcciones para experimentar el espacio. Después de eso, el Más Alto Ser produce la noción de tiempo y así sucesivamente. De esta forma, el universo entero se manifiesta desde Su propio Corazón o Núcleo. Y ese Śiva eres Tú. Cuando las diez direcciones se manifiestan, sientes que estás aquí pero no allí, y consecuentemente la semilla de la ignorancia respecto a Tu todo-penetrabilidad ha sido plantada. Luego, como te dije antes, la semilla del tiempo se siembra profundamente también. Y estas dos semillas, con la ayuda de otras semillas de nesciencia, te hacen sentir que eres un ser limitado (cuyo nombre es X) que lleva esta pequeña e insignificante vida repleta de una inmensa carga de riñas, malentendidos y una constante e inútil búsqueda de la felicidad en objetos y personas. ¡Qué buena broma! ¡Despierta!, ¡Tú eres Śiva, Tú eres el Absoluto! Ésa es la razón para atar las direcciones. En otras palabras, cuando las atas estás realmente haciéndote consciente de Tu propia naturaleza esencial o Śiva. ¡Despierta!
Por supuesto, además del Om̐, también tendrás que pronunciar una salutación a las direcciones. El punto interesante es que, aparte de saludar a la dirección, también rindes homenaje a la deidad que se asocia con ella. Por ejemplo, el Este se asocia con Indra (el señor del Cielo). Así, saludas tanto a Pūrvā (el Este) como a Indra. Mira:
ॐ इन्द्राय पूर्वायै नमः -- Om̐ indrāya pūrvāyai namaḥ -- Om̐, salutación (namaḥ) tanto a Indra (indrāya) como al Este (pūrvāyai).
En Tantra, comúnmente se asigna una deidad personal a algo que no es aparentemente personal, tal como las direcciones, humores mentales, etc. ¿Por qué? Porque es más fácil meditar y volverse consciente de algo que es personal que impersonal. Si te digo "date cuenta de la naturaleza del Amor Supremo"... esto es difícil de cumplir, puesto que el Amor Supremo no es personal. Puede ser cumplido si eres un yogī avanzado, por supuesto, pero la vasta mayoría de la gente encontrará por cierto difícil darse cuenta de eso directamente. Sin embargo, si comienzas a meditar en Jesucristo, Buddha, etc., descubrirás que es muy fácil darse cuenta de la naturaleza del Amor Supremo. Por eso es que se asigna una deidad personal a cosas impersonales tales como la ira, las direcciones, la belleza, la riqueza, etc. Suficiente con esto.
Yantrapūjā: Purificación del Yantra
(así como también de sus accesorios y asiento)
La palabra Pūjā es realmente "adoración", pero aquí es traducida como "purificación". Esta palabra (purificación) se usa en el sentido de una adoración purificatoria. Y esta adoración purificatoria es por último un acto de darse cuenta o tomar conciencia. Todo es ya totalmente puro. Nada va a ser purificado en realidad en este ritual. Como todo es Tu propio Ser, es inmaculado. No hay ninguna necesidad de limpiar eso que está ya limpio. Esta clase de conciencia "limpia" es vital. Si fallas en mantenerla a lo largo del ritual, éste será infructuoso. La noción de algo siendo impuro es el resultado de la operación de los Mala-s [Āṇavamala, Kārmamala y Māyīyamala --Ver Trika 4 (castellano)--] y éstos ya han sido erradicados cuando realizaste la ceremonia de ceñir el nudo superior. En el momento que ceñiste el nudo, el Āṇavamala se aflojó y consecuentemente los restantes dos Mala-s se aflojaron también.
Entonces, el insertar nociones de impureza en este nivel es contradictorio. De hecho, una vez que te hayas dado cuenta de quién Eres, no puedes ver impureza en ningún sitio. La noción de algo siendo impuro es sencillamente eso, "una noción", la cual ha sido disipada por el conocimiento correcto ganado a través de la ejecución de este ritual tántrico. Impureza y pureza son las dos caras de una única moneda llamada Śiva. Śiva es tanto impureza como pureza, y está más allá de este par de opuestos también. Y Śiva eres Tú.
Ahora tomas una pequeña vasija, viertes algo de agua en ella y pones tu mano encima de la misma mientras pronuncias Om̐ (o cualquier otro Mantra propicio) veintisiete veces. Luego, rocías los accesorios (flores, etc.) con dicha agua. Posteriormente, rocías con ella la base o asiento sobre el cual colocarás el Yantra así como también el suelo donde se está haciendo el Yajña o ritual. Después de eso, el Yantra mismo debe ser rociado.
El proceso no involucra meramente rociar esos objetos con algo de agua energizada (vía Mantra-s). Es mucho más profundo y sutil, por cierto. Presta atención:
1) Mientras repites Om̐ (o cualquier otro Mantra adecuado) 27 veces, debes considerar que el agua simboliza la Verdad, la Conciencia pura y el Amor Absoluto. El agua no es rígida sino que toma la forma del recipiente que la contiene. Debes sentir que Tú eres el agua de la Verdad, la cual ha de ser rociada sobre diversos objetos sagrados. La Verdad es Amor Puro, y este Amor no es tieso sino flexible.
2) Mientras rocías el agua sobre los accesorios, asiento, suelo y Yantra, viertes Amor en ellos. Como el Yantra no es nada más que una representación del universo manifiesto, lo que estás realmente haciendo es derramando Amor sobre la Manifestación entera. Este proceso de transferir Amor o Verdad es fácil de realizar y no necesita de actos ostentosos realmente. Es tan sólo una humilde entrega al Absoluto identificándote con Él. Este entendimiento debe penetrar todo tu ser mientras haces la Yantrapūjā.
Por consiguiente, rocías todos esos objetos sagrados con el agua de la Verdad y el Amor, y simultáneamente se revela para ti un estado de conciencia superior. Sientes que esos objetos no son distintos de Ti en lo más mínimo. Cuando esta conciencia de Unidad echa firmes raíces en ti, puedes avanzar a la etapa siguiente.
Iṣṭadevatāpūjā: Adoración de la deidad elegida
"Iṣṭadevatāpūjā" significa literalmente "Adoración (pūjā) de la deidad (devatā) elegida (iṣṭa)". Hay dos clases de Yantra-s:
1) Los que están reservados únicamente para la adoración de una determinada deidad.
2) Los que pueden utilizarse para adorar cualquier tipo de deidad.
La primera clase se denomina generalmente "Yantra-s Personales" porque se asocian con una particular deidad únicamente. Por ejemplo: el Kālī Yantra (que sólo se usa para adorar a la diosa Kālī). La segunda clase se llama generalmente "Yantra-s Impersonales" no porque no se adore ninguna deidad mediante ellos, sino porque admiten todas las deidades. Por ejemplo: el Śrīyantra (el cual puede usarse con cualquier tipo de deidad). Estamos al presente utilizando el Śrīyantra para realizar este ritual tántrico. Sin embargo, el punto crucial antes de adorar formalmente una deidad es dar una buena y precisa respuesta a la siguiente pregunta: "¿Qué es una deidad o devatā?".
Bien, diría que una deidad es principalmente una energía definida (p. ej. "un rayo"). Mientra las energías sean tan tangibles y visibles como un rayo, puedes fácilmente concentrarte en ellas y fluir en ese nivel de experiencia. Si contemplas un rayo (en forma directa o mentalmente) por un largo período de tiempo, adquirirás sus atributos, o sea, obtendrás su poder, brillantez, etc. No obstante, ¿cómo se supone que vas a meditar en energías tan sutiles e intangibles como el amor, la fortuna espiritual y material, el conocimiento, etc.? Te ves obligado a recurrir a alguna forma o ícono que los represente. En lo tocante al amor, puedes tomar la imagen (foto, pintura, estatua, etc.) de algún gran santo que sea famoso por su amor y compasión, y contemplarla. La inmediata consecuencia de esta contemplación es que, tras hacerla, eres capaz de experimentar ese nivel de amor y compasión divinos. Puedes comprender esto a partir de un sencillo ejemplo: "los iconos en tu escritorio están realmente representando programas intangibles". Simplemente haces click o doble click sobre ellos y un programa comienza. Lo mismo ocurre con respecto a los iconos de las deidades. Te concentras en ellos, es decir, haces click o doble click en ellos con tu mente, y el respectivo estado asociado con esas deidades surge en última instancia. Esto es así pues la mente es como arcilla. Enfocas tu mente en algo, y ella toma esa forma. Esto puede probarse fácilmente:
1) Ve a una fiesta, en la cual haya muchas personas mundanas. Permanece allí por un par de horas. Luego, observa el estado de tu mente.
2) Después, reúnete con verdaderos yogī-s y canta algunos Mantra-s con ellos. Luego, observa el estado de tu mente.
A menos que seas en verdad un gran yogī o yoginī, experimentarás dos estados mentales totalmente diferentes. Si no consigues algunos verdaderos yogī-s (¡jeje!), ve a una iglesia o a una mezquita o a cualquier lugar espiritual similar. Por eso es que no se recomienda demasiada vida social a los principiantes en Yoga. Sus mentes son demasiado débiles y no pueden evitar su constante mutación. Por supuesto, los grandes yogī-s y yoginī-s pueden hacer lo que deseen, porque sus mentes apenas experimentan algo de mutación pese a la cambiantes circunstancias a su alrededor.
No debe haber ninguna relación intelectual entre tú y una deidad. El Amor puro debe ser el único vínculo entre Uds. dos. Ese Amor te conducirá eventualmente a una total entrega a la Suprema Śakti o Divino Poder. Aun cuando Śakti es todo penetrante, eliges una particular forma (una deidad) para adorarla. El fruto de tu adoración será una absorción e identificación con Ella. A esto se le llama también Iluminación.
Dentro del Tantrismo, los senderos espirituales pueden clasificarse, en general, en dos tipos: (1) Al darte cuenta de tu propia naturaleza esencial, te identificas directamente con Śiva. De este modo, destrozas la red de Māyā (Ignorancia), la cual es incapaz de atraparte debido a tu inherente "grandeza". (2) Te vuelves un devoto de Śakti y hallas tu vía de escape de la red de Māyā a través de los agujeros en su trama. Puedes hacer así a causa de tu inherente "pequeñez". Realizas tu adoración de Śakti sin preocuparte por los frutos de aquélla. Esto es muy importante si quieres que el ego no arruine tu práctica. El ego está continuamente preocupado por los resultados de las acciones, y por eso es que está siempre bajo los efectos de Māyā o Ignorancia. En la Bhagavadgītā (II, 47), el Señor Kriṣṇa insta a Arjuna a no apegarse a los frutos de sus acciones:
कर्मण्येवाधिकारस्ते मा फलेषु कदाचन।
मा कर्मफलहेतुर्भूर्मा ते सङ्गोऽस्त्वकर्मणि॥
Karmaṇyevādhikāraste mā phaleṣu kadācana|
Mā karmaphalaheturbhūrmā te saṅgo'stvakarmaṇi||
Tu (te) derecho (adhikāraḥ) es únicamente (eva) con respecto a la acción (karmaṇi), nunca (mā... kadācana) a (sus) frutos (phaleṣu). No (mā) seas (bhūḥ) la causa (hetuḥ) del fruto (phala) de una acción (karma) (y) que el apego (saṅgaḥ) a la inacción (akarmaṇi) no (mā) sea (astu) tuyo (te) (tampoco).
Entonces, adorarás a la deidad elegida (iṣṭadevatā) en este ritual, o sea, te absorberás completamente en esa divina forma sin experimentar ninguna clase de apego a los frutos resultantes de tal adoración. Para ejecutar esta adoración, elegirás una determinado icono "personal" en el cual se representen las principales características de la antedicha deidad. Por ejemplo, si adoras a la "fortuna espiritual y material", seguramente optarás por la forma de Mahālakṣmī, pues los principales rasgos de la fortuna espiritual y material pueden ser hallados en ella (p. ej. un bello y compasivo rostro concediendo dones espirituales, monedas cayendo de sus manos, etc.). El proceso de adoración de la deidad elegida consiste en cinco ofrendas:
1) Ofreces flores a la deidad, las cuales simbolizan a Ākāśa o éter (espacio). cuando haces esto, tu mente debe tomar la forma de todo el espacio a tu alrededor.
2) Ofreces incienso, el cual simboliza a Vāyu o aire. Cuando haces esto, tu mente debe tomar la forma de ese mismo aire y volverse completamente gaseosa.
3) Ofreces luz, la cual simboliza a Agni o fuego. Cuando haces esto, tu mente debe tomar la forma de ese mismo fuego y calentarse.
4) Ofreces alimento, el cual simboliza a Āpas o agua. Cuando haces esto, tu mente debe tomar la forma de esa misma agua y volverse líquida.
5) Ofreces pasta de sándalo, la cual simboliza a Prithivī o tierra. Cuando haces esto, tu mente debe tomar la forma de esa misma tierra y volverse sólida.
Puesto que toda la manifestación física está compuesta de esos cinco elementos o Bhūtá-s, esta quíntuple comprensión te llevará por último a volverte consciente de la estructura entera del universo físico. Después que concluye esta quíntuple ofrenda, el estado final que experimentas es de unidad en la forma de "Todo este universo es Yo Mismo".
Prāṇapratiṣṭhā: Infundiendo energía vital en el Yantra
Ya estás plenamente preparado para encender el sagrado Yantra. Tal como dije anteriormente, el Yantra es una máquina de meditación. Usarás el Śrīyantra ahora, el cual ya ha sido colocado sobre su asiento y debidamente purificado por ti a través de la Yantrapūjā. Hay diversos métodos para encender la máquina, pero lo importante es que debes estar enteramente consciente de tu propio Ser o Śiva con el fin de encender correctamente el Yantra. Los preparativos que hiciste han sido una manera de asegurar que estarás absolutamente absorbido en la identificación con Śiva en el momento del encendido. Si tu mente vaga y tu ego está preocupado por algunas trivialidades --como usualmente lo hace-- en ese momento, fallarás en encender el Śrīyantra, y así el subsecuente ritual no tendrá utilidad alguna.
Aun cuando hay varios métodos apropiados, como dije, utilizarás éste ahora: "Toma una flor y exhala algo de aire sobre ella mientras repites metalmente Om̐ (o cualquier otro Mantra auspicioso) cinco veces. Tu mente debe estar totalmente concentrada en el Testigo interior o Śiva a medida que el Japa mental continúa. Luego, coloca esa flor en el centro del Yantra". Ésta es la sencilla ceremonia externa para activar la máquina de meditación.
Como expresé antes, el Yantra no es encendido por la flor energizada sino por la fuerza de tu conciencia de ser en el momento en que realizas la ceremonia externa. Especialmente, debes estar completamente concentrado cuando depositas la flor en el centro del Yantra, porque cuando haces eso lo que estás verdaderamente haciendo es volverte consciente de tu propio Ser o Śiva (el Testigo interno), que es el Centro de todo. El rito externo debe estar siempre acompañado por una conciencia interna concordante. Si tu mente no está allí, tu ejecución del ritual externo es prácticamente inútil. La misma verdad puede ser aplicada a cualquier práctica yóguica (p. ej. si realizas una Mudrā con tus dedos y al mismo tiempo tu mente está vagabundeando entre asuntos mundanos, sólo estás sosteniendo huesos).
El término "pratiṣṭhā" significa "establecimiento" en este contexto, y el significado de la palabra "prāṇa" es "energía vital". De esta manera, la ceremonia Prāṇapratiṣṭhā es un "establecimiento de la energía vital". El prāṇa está contenido en el aire que se exhala sobre la flor. Después, esa flor que ha sido llenada con energía vital se coloca sobre el centro del Yantra. En realidad, este acto es meramente un símbolo de un proceso interno en el cual tu mente se concentra en el Ser interior (Śiva), tal como expliqué arriba. Este darte cuenta de tu propia divinidad, si se lo realiza adecuadamente, pone la máquina Yántrica en movimiento. Cuando el Yantra es correctamente encendido, puedes quedarte tranquilo de que el Yajña va por buen camino.
Por medio de Prānapratiṣṭhā, se planta la semilla de una Conciencia Superior. A medida que el ritual prosiga, esa semilla comenzará a crecer hasta convertirse en la Enredadera Divina que otorga el fruto deseado. ¡Qué el fruto deseado sea el logro de Mokṣa o la Emancipación Final!
Notas finales
Todas estas etapas, desde Tricapeṭa hasta Prāṇapratiṣṭhā, debieran considerarse como una preparación para etapas superiores por venir. Todas ellas te hicieron dar cuenta de tu naturaleza esencial o Śiva. Eres siempre el Supremo Ser, pero debido a Tu propio Juego Cósmico, un falso ego ha destronado aparentemente al "Yo" real. Gabriel, Juan, Santiago, etc. son los nombres de ese ego falso. Sin embargo, el ego no es diferente del Ser o Śiva. Śiva se manifiesta a Sí Mismo, en una manera limitada no obstante, a través del ego. El Ahaṅkāra o ego no debería ser visto como un enemigo contra el cual luchar, sino como una manifestación contraída del Supremo Śiva. Al realizar este ritual no vas a aniquilar a tu ego para nada. Eso es imposible puesto que el ego es Śiva Mismo, por cierto. No, la meta aquí es hacer que el ego abandone su naturaleza contraída y se dé cuenta de su inherente divinidad. Cuando esto sucede, el Ahaṅkāra o "yo" limitado se disuelve en la Conciencia Más Elevada, pero no muere. Únicamente arriba a una dimensión divina.
Puesto que el ego no es nada más que Śiva apareciendo en una forma contraída, es imposible matarlo por ningún medio. Olvida todo lo referente a combatir y matar al ego y sólo renuncia al falso sentido de "Yo" en la forma de Gabriel, Juan, Santiago, etc (no te olvides de incluir el tuyo también, ¡jaja!). Cuando hagas así, verás como ese ego aparentemente maligno se reabsorberá por último en Śiva, de quien había emergido. Con la reabsorción del ego, la comprensión de que este universo es un Juego Cósmico iniciado y sostenido por Śiva amanecerá en Ti, querido Śiva. ¡Te veo en el próximo documento sobre Ritual Tántrico!
Información adicional
Este documento ha sido concebido por Gabriel Pradīpaka, uno de los dos fundadores de este sitio, y guru espiritual versado en idioma Sánscrito y filosofía Trika.
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